Enric Alcat fue uno de los primeros que habló de crisis en el año 2005. Este experto en comunicación corporativa acaba de publicar el libro ´¡Influye!´. Se trata de su tercera obra donde explica las claves para que una empresa influya en el mercado y pueda combatir la crisis. Ayer pronunció una conferencia coloquio en el Club Diario de Mallorca bajo el título: "El arte de influir: cómo han de ser los nuevos directivos de comunicación". Asegura que las principales recetas para superar una crisis empresarial a nivel comunicativo son la "prevención, la preparación y decir la verdad". Considera que el futuro de la comunicación empresarial está en las redes sociales y califica de "error" que ningún directivo de las compañías del Ibex 35 esté en estos medios.

–¿Cuáles son sus recetas para superar una crisis en una empresa?

–La confianza, la responsabilidad, la seguridad, la inteligencia, la preparación y la prevención. Estas son las seis claves que toda empresa debe tener en cuenta para superar una crisis, no solo económica. Puede ser de cualquier tipo.

–Usted apuesta por los manuales de crisis para las empresas. ¿En qué consisten?

–Se trata de una hoja de ruta a seguir en caso que se desencadene una crisis empresarial. Lo primero que hay que hacer es llamar a un experto en comunicación y de gestión de estas situaciones. Después se debe poner en marcha una estrategia de comunicación que no solo esté basada en la publicidad. Es muy importante iniciar acciones para influir sobre la opinión pública.

–¿Cuántas empresas en España tienen este manual?

–Muy pocas. Es curioso comprobar como grandes empresas no están haciendo nada en este sentido. Tampoco cuentan con el llamado comité de crisis que permite poner en marcha estos dispositivo. Ahora pienso en las crisis alimentarias donde las empresas deben gestionar muy bien la situación para evitar perder dinero. El 95% de las empresas tienen una crisis en su vida y no están preparadas para afrontarla.

–¿Las compañías que se dedican a la producción de alimentos tienen mayor riesgo?

–Tienen un riesgo más elevado. En caso de producirse una crisis alimentaria es muy difícil reconducir la situación. Hay que tener en cuenta que la opinión pública es muy susceptible cuando está en peligro su salud. De todas formas, todo depende de como se actúe para cambiar la percepción de la gente. El caso que vivimos con las partidas defectuosas de la Coca Cola en Bélgica, hace unos 10 años, es un claro ejemplo. En aquella ocasión el manual de crisis se basó en una gran campaña de publicidad para contrarrestar el desprestigio, cuando esta medida no es suficiente. Los directivos de la Coca Cola deberían haber financiado alguna acción en favor de los afectados para cambiar la opinión de la gente.

–¿En qué consiste el arte de influir?

–Es la fórmula para conseguir que el otro haga lo que tu quieres. Existe la influencia positiva y la negativa. La primera es en favor de relanzar un producto, un proyecto o una iniciativa. La seguda es la que utilizó George Bush, con todo su poder, para ordenar la invasión de Irak en busca de armas de destrucción masiva que nunca se encontraron.

–¿Un mal político o un mal producto pueden tener éxito solo con una buena estrategia de comunicación?

–Nunca. Tiene que haber relación entre lo que uno piensa y lo que se haga. No servirá de nada potenciar la comunicación, para lanzar un producto o catapultar a un político, si después los hechos no coinciden con el discurso. Estamos en una época en que la gente ya está cansada de palabras y quiere hechos.

–¿Que influencia están teniendo las redes sociales para las grandes compañías?

–Las redes sociales son fundamentales y se deben controlar de forma especial. Algún comentario en una red social puede desprestigiar el trabajo de una empresa ante los mercados. En España se están cometiendo muchos errores con las redes sociales. Por ejemplo: Ningún directivo de las empresas del Ibex 35 está en una red social. Esto no pasa en Estados Unidos.