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“Prepara a tu hijo para la vida, no la vida para tu hijo”

Tim Elmore

“Prepara a tu hijo para la vida, no la vida para tu hijo”

Tim Elmore

Escritor y formador


Creando oportunidades

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Tim Elmore

Tim Elmore es un popular escritor norteamericano, formador y experto en la generación “milenial”. Es fundador de Growing Leaders, una organización sin fines de lucro con sede en Atlanta (EEUU), creada para desarrollar desde la educación las habilidades relacionadas con el liderazgo.
Es autor de libros como “Generación Y: secretos para conectar con los jóvenes en la edad digital” o “Grandes errores que los padres pueden evitar”. En su obra “Haz crecer al líder que tu hijo lleva dentro” ("Nurturing the Leader Within Your Child”), Tim Elmore explica el desarrollo del liderazgo como una habilidad que puede potenciarse en todos los niños y jóvenes. Su propuesta, muy crítica con la sobreprotección y el excesivo control parental, puede resumirse en una de sus frases más conocidas: “Debemos preparar a los niños para el camino, en lugar del camino para los niños”.


Transcripción

00:00
Tim Elmore. Me llamo Tim Elmore y dirijo una organización sin ánimo de lucro, Growing Leaders o Creando Líderes. Trabajamos con escuelas, ONG, clubes deportivos, con los padres en casa… Cualquiera que trabaje con la nueva generación de niños, intentamos ayudarles a conectar mejor con esta generación, y también a equipar a esta generación. Esa es nuestra razón de ser.

00:20
Zuberoa Marcos. Cuando dices que quieres crear a los líderes del mañana, ¿a qué tipo de líder te refieres?

00:27
Tim Elmore. Es una gran pregunta, porque hay un montón de definiciones. Cuando decimos «líder», nos referimos a alguien que sirve a la gente y resuelve problemas. Cuando me cruzo con un educador en un ascensor y hablo cinco minutos con ellos, les digo: «Solo queremos que se gradúen sabiendo resolver problemas y servir a la gente». Y todos ellos me dicen: «Sí, eso quiero yo». La lectura, la escritura y las matemáticas son necesarias, pero hace falta gente con habilidades para la vida, con la habilidad de relacionarse con la gente y liderar equipos, comunicarse bien, transmitir una visión… Trabajamos mucho internacionalmente, y una vez estábamos traduciendo un libro a otro idioma, y tradujeron mal la palabra «líder».

01:07
Tim Elmore. Utilizaron el término «poder», decían que era «alguien que tiene poder». Nosotros creemos que el poder surge a menudo del liderazgo, se gana influencia. Pero empieza con la disposición de servir a la gente y resolver problemas. Y cuando haces eso, normalmente te ganas el derecho de influir sobre otras personas.

01:27
Zuberoa Marcos. Entonces, ¿cuáles dirías que son las características de un líder?

01:33
Tim Elmore. Tienen una visión del futuro. Tienen en mente la imagen de un mañana mejor. Y, de algún modo, han esbozado los pasos a seguir para hacer realidad esa imagen. Pueden ayudar a otros a comprender que si hiciéramos estas tres cosas, podríamos conseguirlo. La mayoría no llega a esbozar los pasos, y dicen: «Sí, me gusta esa visión, ¿cómo la hacemos realidad?». Y la mayoría no sabe cómo.

01:54
Tim Elmore. Yo creo que un líder, por naturaleza, debe tener don de gentes. Se me hace difícil separar el buen liderazgo de las buenas habilidades sociales. Tenemos que crear una generación que tenga don de gentes. Eso es muy difícil si estoy con el móvil todo el rato. Así que hay que desconectarlos. Hay que desconectarlos para que adquieran inteligencia emocional.

02:16
Tim Elmore. Y yo diría, por último, que deben ser valientes por naturaleza. Yo creo que la diferencia entre un líder y un director, y ambos son necesarios, es que el líder hace cosas que requieren valentía. Los líderes son los primeros. De hecho, cuando describo a los alumnos qué es un líder, a menudo les digo lo siguiente: «Si no estás dispuesto a hacer lo que pides a los demás, ni empieces. Tienes que hacerlo tú antes de pedírselo a nadie más». Sé que suena casi como un cliché y una obviedad, pero hay muchos líderes que muchas órdenes pero no están dispuestos a hacer lo que piden a los demás que hagan.

02:54
Zuberoa Marcos. Hay otro cliché muy extendido: si los líderes nacen o se hacen.

Tim Elmore. Sí.

Zuberoa Marcos. Respecto a este tipo de liderazgo que tú has descrito, ¿puede cualquiera ser uno de esos líderes o hace falta alguna cualidad específica?

03:13
Tim Elmore. Sí, buena pregunta. Yo creo que todo el mundo necesita una formación, hasta el líder innato. Porque si soy un líder innato, es que tengo una personalidad decidida, estoy motivado… Quizás tenga déficit de atención, no sé, pero tengo mucha energía. Pero aun así necesito formarme con otros, necesito aprender a ser paciente cuando el equipo va más despacio de lo que a mí me gustaría. Así que la formación es necesaria para ambos, pero yo siempre digo lo siguiente: Yo creo que en el mundo hay dos tipos de líderes, y todos nosotros pertenecemos a una de las dos categorías.

03:43
Tim Elmore. Podemos ser un líder nato o un líder circunstancial. Los líderes natos son los que lideran porque es su hábito. Son líderes naturales. Son los niños que cuando salen al patio se hacen con el control del equipo de fútbol. Son líderes naturales. Pero esos son solo el diez o quince por ciento de la población. El otro ochenta y cinco o noventa por ciento de nosotros son los que yo llamo «líderes circunstanciales».

04:05
Tim Elmore. Esos son los que dirían: «Yo no me considero un gran líder, pero si estoy en la situación apropiada, una que sintonice con quien soy, con mis pasiones, mis puntos fuertes, mis talentos… Justo en ese lugar, sería muy bueno». Todos hemos visto a chavales en la escuela o la universidad que son muy callados y tímidos. Y en cuanto los pones en una mesa de mezclas o en otro lugar: «¡Madre mía, ¡qué talento! ¿Qué le ha pasado?».Lo que pasa es que ha encontrado su situación. Yo creo que una de las tareas de los padres, educadores y empresarios es ayudar a esta nueva generación a encontrar su situación. Y en cuanto lo hagamos, yo creo que todos nosotros tenemos el liderazgo dentro. Quizás no para dirigir una gran empresa, o para ser el presidente de un país, pero hay un lugar donde pueden sacarlo.

Tim Elmore Prepara a tu hijo para la vida, no la vida para tu hijo
Quote

"Arriesgamos muy poco, rescatamos demasiado rápido, atacamos fácilmente, y recompensamos con demasiada facilidad"

Tim Elmore

04:52
Tim Elmore. Te pondré un ejemplo. A mi hija Bethany la habrían votado como «la que nunca liderará nada» cuando era pequeña. Era una pasota. Su frase favorita era «Paso de todo». Cuando era pequeña, yo pensaba: «Yo enseño liderazgo, pero con ella no tengo nada que hacer». Pero ella me oía hablar sobre los líderes circunstanciales, y en el instituto empezó a encontrar lugares donde podía servir. Y cuando llegó a la universidad, durante los cuatro años que duraba la carrera, me telefoneaba para decirme: «Papá, creo que he encontrado mi sitio este año». Y yo sabía lo que quería decir: «He encontrado el lugar donde puedo brillar. Donde no estoy intentando imitar a otra persona, sino donde soy, quien estoy destinada a ser». Eso es lo que quiero para todos los niños.

05:39
Zuberoa Marcos. Tim, siempre dices que tenemos que enseñar a esta nueva generación a ser líderes. Para que la gente lo entienda, cuando decimos «nueva generación», ¿a qué generación nos referimos?

05:53
Tim Elmore. Buena pregunta. Deberíamos haber empezado por ahí. Nos hemos pasado dieciocho años estudiando a la generación «millennial». Esa palabra se ha globalizado, todos la entendemos. Pero los millennials ahora son adultos jóvenes. Son profesionales jóvenes. La generación Z es la sigue a los millennials. Sigue a la generación Y, que son los millennials. Es una generación que comprende en su mayor parte a los niños que han nacido y crecido a partir del cambio de siglo. Todos los situamos de forma ligeramente distinta, pero nosotros los situamos alrededor del cambio de siglo, en los últimos dieciocho años o así. Han crecido con la tecnología inteligente y han tenido vidas digitales. Yo los llamo «pantallascentes» cuando llegan al instituto. Es un mundo distinto al mundo en que tú y yo crecimos. Ligeramente distinto al tuyo, muy distinto al mío. Intentamos que el adulto comprenda quiénes son para poder liderarlos.

06:48
Zuberoa Marcos. ¿Qué motiva a la generación Z? ¿Y en qué se diferencian de los millennials y de generaciones anteriores?

06:57
Tim Elmore. Hay algunas similitudes con los millennials. Ambas generaciones están en su salsa con la tecnología, son «nativos digitales». Han crecido acostumbrados a ir muy rápido. Antes mencionaba el déficit de atención. Y no es nada gracioso, pero muchos tienen una capacidad de atención de entre seis y ocho segundos. Eso no quiere decir que no puedan prestar atención durante más rato, que lo sepan los profesores que nos oigan. Se pasan horas viendo Netflix, pero cambian su foco de atención si algo no les interesa. Cada seis u ocho segundos se irán a otra cosa. Esas son las similitudes. Las diferencias son las siguientes:

07:36
Tim Elmore. Si analizas los datos de la generación Z, una generación que llegó con la tecnología inteligente, con la aparición de los smartphones, ves un aumento de la ansiedad que va paralelo al de las redes sociales. No digo que las redes sociales tengan toda la culpa, solo digo que están consumiendo diez mil mensajes al día, desplazándose a través de los datos… Yo creo que nuestras mentes no están preparadas para asimilar tanta información, lo cual nos provoca angustia, estrés y depresión. Si analizas los datos de los países industrializados, la ansiedad afecta a la generación Z mucho más que a las tres generaciones anteriores. Me parece preocupante. Luego podemos hablar más sobre ello, pero tenemos que encontrar la manera de ayudarles a superar su estrés, angustia, ansiedad y depresión.

08:24
Tim Elmore. Pero otra característica es que son hackers. Es un término informático, pero viven hackeando. Ahora te explico a lo que me refiero. Muchos de ellos quizás tengan un hermano o hermana millennial, mayor que ellos, que se creyeron lo que mamá y papá les dijeron: «Si estudias una carrera, conseguirás un trabajo estupendo». Y estudiaron una carrera, pero el trabajo estupendo nunca llegó. Ahora trabajan en un restaurante o una cafetería, lo cual podrían haber hecho sin ir a la universidad y contraer una deuda de veintiocho mil dólares, o la moneda que sea.

08:55
Tim Elmore . Así que la generación Z dice: «Por ahí no paso, voy a ir hackeando». Y tras graduarse en el instituto, a lo mejor hacen un par de CEMA: Cursos En línea Masivos y Abiertos, una beca, un mentor, una clase… Y el currículum es un listado de cosas que le enseño al empresario para tener un «bolo». Lo llamamos «la economía del bolo». Hago un bolo aquí durante año y medio, otro bolo de un año, otro bolo de dos años… A los veintitantos a lo mejor he tenido seis trabajos. Es posible. No digo que sea bueno o malo, solo que es un mundo muy diferente al de mi generación, que era fiel y trabajaba en un solo sitio durante décadas y luego se jubilaba.

09:34
Zuberoa Marcos . Teniendo en cuenta estas experiencias vitales por las que está pasando la generación Z, me gustaría hablar sobre cómo educar a esta generación. ¿Cómo pueden los profesores y padres educar bien a estos jóvenes?

Tim Elmore Prepara a tu hijo para la vida, no la vida para tu hijo
09:56
Tim Elmore. En la escuela típica alrededor del mundo, el profesor es el que manda: «Tengo un montón de información que he de transmitiros. Tomad apuntes, luego tendréis un examen en diciembre o en mayo». Y la generación Z no aprende de este modo. Ellos quieren hacer cosas, quieren experimentar. Uno de los términos que está arrasando en el mundo de la educación es «metacognición». Metacognición. Significa «por encima del pensamiento». Quiere decir que uso el pensamiento para analizar mi forma de pensar.

10:28
Tim Elmore . Un buen profesor para la generación Z diría: «No voy a soltaros un sermón, os voy a proponer un proyecto. Tendréis que aprender solos». Al principio no les gustará porque no están acostumbrados, pero en el fondo les encanta. Yo siempre digo que debemos ser menos prescriptivos y más descriptivos. ¿Me sigues?

10:47
Tim Elmore. En vez de prescribir todos los pasos a seguir: paso uno, paso dos, paso tres… mejor describamos una meta que te gustaría alcanzar, como alumno de la generación Z, y luego dime tú a mí los pasos a seguir. Yo seré un consejero, no un comandante. Tú eres el líder de tu aprendizaje, tú te involucras en tu aprendizaje más que yo.

11:07
Tim Elmore. En verdad esto lo aprendí por accidente. Hace años yo era tutor de un grupo de estudiantes, todos universitarios, y uno de ellos me escribió un e-mail que decía: «Doctor Tim, ¿quién va a elegir el tema para la próxima clase?». Yo cogí mi portátil y le escribí: «Puedo hacerlo yo». Al menos eso creía yo que había escrito. La letra «I», «yo» en inglés, está junto a la letra «u», «tú». Sin querer, le dije: «Puedes hacerlo tú». Sin saberlo, lo había animado a reunirse con el grupo y acordar un plan de acción. Cuando llegué a, abrí la boca para empezar a dar la clase y no me dejaban hablar. Uno tenía un juego, otro tenía un vídeo, otro había preparado un debate, otro tenía otra cosa…

11:52
Tim Elmore. Nunca les dije que había sido un error. Les dije: «¡Adelante!». Y ahí aprendí sobre metacognición. El mejor aprendizaje tiene lugar cuando alguien dice: «Creo en ti tanto como para decirte: ‘toma un problema, hay que resolverlo, hazlo tú’».

12:05
Zuberoa Marcos . Hay que involucrarles, proporcionarles experiencias. No les gusta aprender de forma pasiva, ¿verdad?

12:12
Tim Elmore. Totalmente. ¿Te digo un acrónimo? Creo que también funciona en español. Lo llamamos «aprendizaje épico», de «EPIC»: E-P-I-C. La letra «E» es lo que tú has dicho: Experiencia. No quieren a un sabio en el escenario soltándoles un sermón. Lo que buscan es un guía sin palabrería con una experiencia. Si los profesores son capaces de crear una experiencia en clase, o fuera, en el césped, pero que sea una experiencia en la que haya un diálogo, entonces los tenemos. Una experiencia que les involucre, no un busto parlante.

12:45
Tim Elmore . La letra «P» de «EPIC» hace referencia a la «Participación» de los alumnos. Es un poco diferente a la experiencia. Piensa en el mundo en que los niños crecen hoy en día. Les permitimos participar en el resultado de casi todo. Pueden elegir lo que quieren para comer, dónde van de vacaciones… Cuando son jóvenes adultos, no pueden ni ver un reality sin votar quién se queda en el programa. Lo que yo digo es que nosotros, como educadores, debemos darles voz y debemos darles voto en la dirección que debe tomar el plan de estudios. Sé que hay cosas que hay que enseñar, pero ¿cómo puede ser diferente este año, que están en clase, al año pasado, cuando no estaban?

13:27
Tim Elmore. La frase que me encanta utilizar para describir este principio es la siguiente: Los alumnos apoyan lo que ayudan a crear. Apoyan lo que ayudan a crear. Si les permitimos ser creadores, los tenemos, los involucramos.

13:40
Tim Elmore . La letra «I» de «EPIC» hace referencia a las «Imágenes». Han crecido con imágenes en pantallas: vídeos, DVD… Ahora vídeo en streaming, con Netflix y demás. A los educadores les plantearía: ¿Cómo anclar la idea principal que quieres compartir con una imagen, algo visual, una metáfora? Hay muchas fechas de batallas y nombres de generales que tienen que memorizar, pero ¿cómo puede una imagen anclar la idea principal? Y no dejes de hacer referencia a esa imagen. Es su idioma nativo. El doctor Leonard Sweet es un futurista que dice: «Las imágenes son el idioma del siglo diecinueve». Yo pienso igual.

14:16
Tim Elmore. Hasta en Growing Leaders tenemos un programa completo para las destrezas sociales, liderazgo y carácter llamado «Habitudes». Las «habitudes» son imágenes que crean hábitos y actitudes de liderazgo. Todo se enseña con imágenes.

14:30
Tim Elmore. Y la última letra. La letra «C» de «EPIC» es «Conectado». Tú lo has mencionado antes. Están conectados social y tecnológicamente. ¿Cómo podemos coger una clase, por ejemplo, de veinticinco alumnos, y dividirla en grupos de tres o cuatro y plantearles una pregunta bien elaborada o dos? Que no se pueda responder con un sí o un no. Y que conecten, que piensen en voz alta, que discutan. Es engorroso. Y soltarán alguna que otra gracia, pero me he dado cuenta de que a los alumnos se les ocurren las ideas más innovadoras si les cedemos el testigo y les decimos: «Solucionad esto vosotros juntos».

15:09
Tim Elmore . Así que la pregunta que le hago a los educadores es la siguiente: ¿Cómo de épico eres en tu clase?

15:14
Zuberoa Marcos. Mientras explicabas esta forma distinta de educar, yo pensaba: ¿Cuál es el papel que tienen estas dos cosas? Una es el juego, y la otra es la tecnología como herramienta.

15:30
Tim Elmore. Tim Elmore Yo creo que ambas cosas son importantísimas. Si te he entendido bien, debe ser como un juego, debe ser algo que disfrute haciendo, que me resulte atractivo, que pierda la noción del tiempo cuando lo estoy haciendo. Yo creo que así es como la educación debe ser. Eso quiere decir que tal vez no lo aprendamos todo, pero aprenderemos algo que amamos. Y eso no solo me hace tener un mayor sentido de identidad, sino también que quiera aprender otras cosas para dominar ese tema. Hay escuelas del noreste, no muy lejos de donde vives tú, que han utilizado la metacognición con los alumnos. Una se llama la Escuela Independiente. Es un instituto tradicional, pero la llevan los alumnos, la ideó un alumno. Hay jardinería, cocina… Todo tipo de cosas de la vida real, además de las mates. Pero aprenden mates porque las necesitan para cocinar. O aprenden ciencia porque la necesitan para la jardinería. Pero les motiva algo que aman. El juego es muy importante. Deben tener el sentimiento de: «Qué ganas tengo de ir a clase». Eso sería una cosa. La otra era…

16:41
Zuberoa Marcos. La tecnología como herramienta.

Tim Elmore. La tecnología, sí. Yo creo que hay muchos profesores que tienen tanto miedo de que se abuse de la tecnología y no se use de manera responsable, que dicen: «Móviles fuera de clase» o «Dejádlos en casa». No creo que sea lo mejor, porque eso va a ser su futuro. Tu clase se parecerá menos a sus vidas en vez de parecerse más. Así que costará aún más involucrarles. Hay que ser flexibles, hay que ser constructivos. Conozco profesores que utilizan el smartphone para investigar, o para enviar mensajes a todos sus alumnos y comunicarse con ellos. Existen muchos usos estupendos. Hay hasta juegos educativos para el teléfono en los que pueden participar, votar o enviar una respuesta.

17:27
Tim Elmore. Así que mi respuesta corta es que creo que tenemos que hacer que la tecnología nos sirva y no nos domine. Pero debería estar presente en el aula.

17:36
Zuberoa Marcos . Entonces, ¿qué hace falta para cambiar la mentalidad de los educadores?

17:42
Tim Elmore. En primer lugar, permíteme que hable de mi experiencia y de ahí podemos expandirlo a todo, ¿de acuerdo? El sistema educativo público de mi país, el país en el que tú y yo vivimos, Estados Unidos, se reformó en mil ochocientos cincuenta y nueve, y fue diseñado para la Revolución Industrial. Empezaban a surgir fábricas, los coches se inventaron poco después… Así que el sistema educativo debía emular una fábrica. Empezando por los timbres y los silbatos, igual que una fábrica. La producción estaba automatizada. Como en la línea de montaje de una fábrica, empezamos a meter niños en las escuelas a centenares, a miles, como en una fábrica. Los niños salían al final por el otro lado y no había nada de especial.

18:29
Tim Elmore . Bueno, si saltamos ciento cincuenta años en el tiempo, ya no estamos en la Revolución Industrial, estamos en la Era de la Innovación. Pero seguimos trabajando con un sistema que se diseñó para funcionar hace más de un siglo. En este país al menos. Te pondré otro buen ejemplo. En mil novecientos catorce, un hombre llamado Frederick J. Kelly inventó el examen tipo test. Todos los hemos hecho: hay que marcar la «C», la «A», la «B»… Inventó ese tipo de examen porque, en mil novecientos catorce, a Estados Unidos llegaban muchos inmigrantes que estaban huyendo de Europa por la Primera Guerra Mundial. ¿Lo recuerdas? Claro que no… ¿Recuerdas leer sobre ello? Allí no estabas.

19:11
Tim Elmore. Pero a su llegada, se hizo para hacer una criba y decir: «Tú a una granja, tú a una fábrica, tú aquí, tú allá». No se hizo para comprobar conocimientos, pero las escuelas empezaron a adoptarlo. Y en mil novecientos diecisiete, cuando acabó la guerra, dijo: «Recomiendo dejar de usar esto que he creado, no es una buena forma de aprender, de enseñar».

19:35
Tim Elmore. Pero no hubo forma, las escuelas lo habían adoptado, lo despidieron y llevamos usándolo desde entonces. Lo que quiero decir es que estamos perpetuando un sistema que funcionaba hace cien años, o incluso hace cincuenta, pero hoy no funciona. Y propongo: ¿Y si dijéramos: «Empecemos de cero»? Si saliéramos de la escuela, volviéramos y dijéramos: «Empecemos de cero», ¿qué haríamos? ¿Qué cambiaríamos? Haríamos una reforma como la que tuvo lugar en mil ochocientos cincuenta y nueve, pero sería diferente: incluiría ordenadores y tecnología, habría innovación y experiencias. Imitaríamos el trabajo de la actualidad y los alumnos lo adorarían, porque ellos quieren estar preparados.

20:16
Zuberoa Marcos. ¿Y cómo podemos cambiar el sistema?

Tim Elmore Prepara a tu hijo para la vida, no la vida para tu hijo
20:19
Tim Elmore. Sí, muy buena pregunta. No se solucionará de un día para otro. La mayoría de profesores del sistema adoran a los niños, a sus alumnos, a sus colegas, pero se dan cuenta de que el sistema está roto. Yo sugeriría una prueba piloto. Todas las clases no pueden cambiar a la vez, pero ¿y si cogiéramos una clase y dijéramos: «Experimentemos con esta clase. Probemos la metacognición, el aprendizaje épico, un aprendizaje basado en proyectos»? Todo eso de lo que hemos hablado. Y veamos cómo va. Si va bien, y seguro que así será, entonces captará la atención de los demás: «Madre mía, ¿cómo lo hacéis? Las notas están subiendo, los alumnos se involucran, los problemas de disciplina están disminuyendo, los alumnos se gradúan, todo lo que evaluamos».

21:05
Tim Elmore. Entonces, tendremos una baza para decir: «¿Y si hacemos que el resto de la escuela sea también así?». Pero lo que me argumentan siempre los profesores es: «Mira todo el material que hay que dar, tengo que soltarles el rollo». Mi respuesta es que no hace falta ser épico todos los días. A lo mejor una o dos veces a la semana. Lo suficiente para que los alumnos digan: «No sé qué va a pasar hoy, pero yo no me lo pierdo». ¿Comprendes?

21:27

Sí.

Tim Elmore. La creatividad e innovación justas. Anhelan estar con el adulto que tiene ganas de compartir, escuchar y aprender con ellos.

21:37
Zuberoa Marcos . Tim, cambiando un poco de tema, sé que tú has trabajado mucho con los padres también…

Tim Elmore. Así es.

Zuberoa Marcos. Ayudándoles a comprender a sus hijos, a relacionarse con ellos… Me gustaría hablar también sobre el papel de los padres en su educación.

21:54
Tim Elmore. No soy experto en criar hijos. Relacionado con lo que hemos hablado sobre educación, escribí un libro titulado, Salirse del mapa en inglés, Márching off de map, pero también he escrito un par de libros para padres. El último ha sido Doce errores graves que los padres pueden evitar. Cuando veo el panorama de los padres en la actualidad, veo una generación de padres que se esfuerzan en hacerlo bien. Para muchos, su hijo es su máxima prioridad. Es algo muy frecuente. Así que están sobre ellos como un helicóptero, un quitanieves o algo así.

22:26
Tim Elmore . Los errores más graves que cometemos, por accidente, y son los siguientes: Arriesgamos muy poco, ayudamos muy rápido, elogiamos con mucha facilidad y premiamos a la más mínima. Ahora te explico a qué me refiero. Arriesgamos muy poco: Yo creo que esta es una generación en la que la seguridad es tan prioritaria que no queremos que nuestros hijos asuman ningún riesgo. Pero ¿no crees que asumiendo riesgos se crece? Si me hago un rasguño, me levanto y vuelvo a intentarlo. Vuelvo a subirme en la bici e intento montarla de nuevo. Esas son cosas normales, pero nos preocupamos mucho por su seguridad. A veces me da la impresión de que su edad biológica es normal, pero la emocional es menor, porque nunca se les ha permitido fracasar, que es cuando se aprende.

23:13
Tim Elmore. Rescatamos muy rápido, muy relacionado con lo anterior. Los padres siempre están rescatando a sus hijos, van a negociar la nota de su hijo, hablan con el profesor, y a veces incluso negocian con el profesor de la universidad. Tenemos que dejar de rescatar tanto y dejar que nuestros hijos crezcan y negocien por ellos mismos.

23:35
Tim Elmore. Los elogios: vivimos en una época en la que queremos que nuestros hijos tengan buena autoestima. Yo también, soy padre y es lo que quiero. Pero la autoestima no se construye solo elogiándolos, deben conseguir algo. Hace falta el elogio y el logro. Tenemos que dejarles hacer lo que tengan que hacer. Y en vez de decirles que son fantásticos por meter un tenedor en el lavavajillas, tenemos que darles las gracias por hacerlo, y reservar nuestros elogios para aquellas cosas en las que realmente destaquen.

24:05
Tim Elmore. Y los premios. No sé qué opinarás tú, pero lo que pasa en nuestro país es que le damos trofeos a todo el mundo solo por jugar, por hacer acto de presencia. Insisto, yo creo que tenemos que premiar adecuadamente, yo estoy a favor. Pero los niños piensan: «Esto no significa nada si me lo das solo por hacer acto de presencia». Y luego piensan: «Con ir al trabajo basta, no tengo que hacer nada, mi jefe me premiará». Pero no funciona así.

24:31
Tim Elmore. Así que yo le digo a los padres: «Colaborad con la escuela y con los profesores para aseguraros de que obtenéis buenos hombres y mujeres al final del camino». Mi frase favorita es la siguiente: «Debemos preparar a los niños para el camino, no el camino para los niños».

24:47
Zuberoa Marcos . Ya te había oído decir eso.

Tim Elmore . Sí, así es.

Zuberoa Marcos. ¿Qué pueden hacer ellos en casa? A lo mejor… Sé que tú eres padre. Yo aún no soy madre, pero tú sí eres padre. ¿Qué cosas específicas has puesto en práctica con tu hija?

25:00
Tim Elmore. Vale, de acuerdo. Te diré un par de cosas. Recuerdo que cuando mis dos hijos eran muy pequeños, ocho y doce años, hablábamos con ellos durante la cena sobre habilidades sociales. Pero les entraba por un oído y les salía por otro. Para ellos era: «Bla, bla, bla». Así que se nos ocurrió hacerlo épico. Mi mujer y yo decidimos dar una fiesta en casa para nuestros amigos adultos. Y pedimos a nuestros hijos que organizaran la fiesta. Al principio pensaban: «Madre mía, menuda chorrada». Pero luego pensaron: «Venga, hay que hacerlo». Aprendieron a abrir la puerta e invitar a pasar al señor Jones: «¿Me permite su abrigo? ¿Conoce a la señora Smith? ¿Le apetece un té helado?». Empezaron a desarrollar habilidades sociales. Y la charla llegó luego: experiencia primero, debate después.

25:49
Tim Elmore. Esa fiesta fue una experiencia que les llevó al aprendizaje. También les hacía ver las noticias y elegir un problema que saliera y decir: «Si de mí dependiera, ¿cómo lo resolvería?». Eso iniciaba una conversación real en vez de un mero «saca la basura» o algo parecido.

26:08
Tim Elmore. Probablemente, la mejor decisión que mi mujer y yo tomamos como padres fue en el decimotercer año de la vida de nuestros hijos. Bethany es la primogénita, Jonathan vino cuatro años después. Me senté con mi hija Bethany cuando tenía trece años y estaba a punto de entrar en la pubertad, y le dije: «Bethany, esta noche quiero crear contigo una experiencia de rito de paso». Muchos países lo hacen en todo el mundo.

26:33
Tim Elmore. Le dije: «Esta noche, tú y yo vamos a elegir a seis mujeres que serán tus mentoras por un día durante el próximo año. Mujeres que te inspiran, mujeres que tu madre considere buenos modelos a seguir». Elegimos mujeres porque ella es mujer. Con mi hijo Jonathan elegimos hombres. En tan solo unos minutos, mi hija tenía seis mujeres increíbles que le gustaría conocer. Algunas eran del barrio, algunas de la iglesia, algunas de nuestros lugares de trabajo.

27:03
Tim Elmore. Al día siguiente, llamé a estas seis mujeres y les dije: «Puede que suene un poco raro, pero ¿serías mentora por un día para nuestra hija Bethany el próximo año? Elige un día de los próximos trescientos sesenta y cinco. Lo único que te pido es que la dejes observarte durante ese día. Que te acompañe. Si vas a trabajar, llévatela. Si te quedas en casa, pues en casa. Lo único que queremos es que te vea vivir tu vida, porque admiramos mucho la vida que llevas». Y les dije: «Lo único que te pido es que le des un consejo vital a nuestra hija Bethany. Un consejo que te hubiera gustado que te dieran a ti a los trece años pero nadie te dio nunca».

27:43

Todas las mujeres aceptaron, y fue una experiencia increíble. No puedo expresar lo emocional y poderoso que fue. Te pondré un pequeño ejemplo: Sarah fue la primera mujer. Se llevó a Bethany por sorpresa una mañana. Iba a pasar el día en el hospital. Sarah es enfermera y trabaja en la sala de maternidad del hospital. Así que se llevó a Bethany a la sala de maternidad, y estuvo ayudando a mujeres a dar a luz, de nueve a tres. Fue una locura. Vio de todo: cesáreas, partos naturales… De todo.

28:18
Tim Elmore. Cuando llegaron las tres, Sarah la sacó de la sala de maternidad y se la llevó a otra sala del hospital donde daba una clase para madres solteras. Bethany se sentó junto a otras chicas adolescentes que estaban embarazadas, aunque no quisieran estarlo. Al final del día, ¿sabes cuál fue el consejo vital que Sarah le dio a nuestra hija Bethany? Fue la abstinencia: espera hasta el matrimonio, al hombre adecuado, en vez de acostarte con todo el mundo. ¿Te imaginas

28:56
Tim Elmore. Así que todas y cada una de estas mujeres le dieron una experiencia. Una tenía que volar hasta Nueva York, otra hizo otra cosa… Una se la llevó a Atlanta donde estuvieron trabajando con familias desfavorecidas, familias desamparadas. Les dieron comida y mantas. Pero todas y cada una de las mujeres tenían un consejo que queríamos que tuviera un impacto en su vida. Y no era nada que no le hubiéramos dicho antes, pero alguien estaba ejemplificando esos valores. Vi cómo mi hija cambió ese año, gracias a unas mentoras adultas que influyeron en su vida. Pasado el año, invitamos a casa a las seis mujeres. Bethany les hizo la cena. Y el clímax del año entero fue cuando todos entramos en la sala de estar de nuestra casa, Bethany hizo que todas las mujeres se sentaran en círculo. Y no era más que una niña pequeña. Se sentó en una silla en mitad de la sala y, una por una, las miró a todas a los ojos y les leyó una carta que les había escrito. Que había escrito solo para ellas: «Querida Sarah, esto es lo que he aprendido de ti, así ha cambiado mi vida. Gracias». «Querida Sandra» o «Querida Betsy, esto es lo que he aprendido de ti, así ha cambiado mi vida. Gracias».

30:14
Tim Elmore. Imagínate lo emocional que fue para todos aquella noche, hablando y compartiendo. Al final, empecé a hablar del rito y de cómo esto debe ser un hito para que las niñas se conviertan en mujeres y los niños se conviertan en hombres. Pero no pude acabar, estaba llorando como una Magdalena.

30:34
Tim Elmore. Pero no hizo falta decirlo en voz alta, todas estas mujeres tenían intuición y sabían muy bien de qué iba aquello. Se sentaron en el suelo, y mirando a nuestra hija desde abajo empezaron a elogiarla y le dieron su bendición. «Bethany, yo creo en ti. Un día serás una gran líder, puedo verlo». «Bethany, un día serás una esposa estupenda si eliges serlo. Y una madre estupenda, si eliges serlo».

30:59
Tim Elmore. En ese momento la vimos crecer. Emocional, intelectual, espiritualmente. Y fue gracias a las voces de vecinas, amigas, compañeras que influyeron en su vida y le dijeron aquello que creíamos que alguien debía decirle.

31:16
Zuberoa Marcos. Me encanta esa idea. Porque cuando yo veo a mis amigos que son padres, les suele costar mucho.

Tim Elmore. Sí.

Zuberoa Marcos. Es decir, todos quieren que sus hijos sean independientes, responsables y resolutivos, pero les cuesta mucho… Recuerdo que hace un par de semanas una amiga me dijo: «A mi hija se le dan mal las mates. Pero las mates son muy importantes para el mundo que estamos construyendo, este mundo de conocimiento e innovación. ¿Qué puedo hacer?».

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Zuberoa Marcos. Eso lo veo muy a menudo: padres que no quieren presionar demasiado a sus hijos. ¿Cómo podemos lidiar con esto?

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Tim Elmore. Dos cositas antes. Primero: usa la expresión «de momento». «Se te dan mal las mates, de momento». «Se te da mal la ortografía, de momento». «Se te da mal… de momento». Carol Dweck, de la Universidad de Stanford dice que es su expresión favorita porque te predispone al crecimiento. Te permite crecer. Lo segundo que yo sugeriría es lo siguiente: Mi mujer y yo no éramos los mejores «mentores» para las mates, la ortografía y demás, pero si encontrábamos a otro alumno tres o cuatro años mayor, que fuera «guay», mis hijos querían estar con el chico guay.

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Jonathan tuvo un tutor de matemáticas unos cuatro años mayor que él. Les encantó. Ambas partes ganaban, él le daba clase a mi hijo y le encantaba enseñar a un chaval más joven. Y mi hijo estaba encantado de estar con alguien guay y le prestaba atención. Esa puede ser una estrategia concreta que los padres pueden emplear.

32:56
Zuberoa Marcos. ¿Cómo han influido estas experiencias que ha tenido esta joven generación en su percepción de lo que significa tener un trabajo a pesar de la situación del mercado laboral? ¿Cómo pueden los empresarios acoger y formar a esta generación?

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Tim Elmore. Muy buena pregunta. Casi todos en la generación Z se ven como emprendedores. Aunque no lo sean, así es como se ven. «Voy a montar algo estupendo y hacerme millonario». Tienen esa mentalidad de crear, de innovar, de construir. A la hora de empezar en un trabajo tradicional, debemos tener en cuenta que esa es su mentalidad: quieren innovar. En segundo lugar, me encanta la idea que Jack Welch popularizó veinticinco años atrás. Lo llamaba «mentoría inversa». Es cuando un joven licenciado consigue su primer empleo, pero en vez de tener un mentor de cincuenta años encima que le diga: «Esto es lo que debes saber de esta empresa», se hace en ambos sentidos.

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Tim Elmore. El de cincuenta años tiene que decir: «Así hacemos las cosas aquí, debes saber esto, pero yo quiero aprender de ti. ¿Qué utilidad puede tener esa app tuya para el márquetin de la empresa? ¿Cómo podemos utilizar Snapchat?». ¿Vale? Esto dignifica a ambas generaciones. Crea lazos entre ambas generaciones. Y yo creo que nos hace mejores y nos prepara para el mañana. Estoy convencido de que la generación Z aporta una intuición innata de hacia dónde va el mundo que nosotros no tenemos. Bueno, no me refiero a ti, sino a mí. Yo no sé adónde va el mundo. Pero yo creo que alguien de veintidós años sabe hacia dónde va. Entiende Uber, entiende Airbnb. ¿Sabes lo que digo? Necesitamos una mentoría inversa en la que estemos tan dispuestos a escuchar como a hablar con esta nueva generación.

34:45
Zuberoa Marcos. Me gustaría que compartieras una idea o un mensaje que creas importante. A mí me ha parecido muy poderosa esa frase que has dicho: «Preparemos a los niños para el camino, sea cual sea el camino, en vez de hacerlo al revés». ¿Era así?

Tim Elmore. Sí, así es. Sí.

Zuberoa Marcos. Pero puedes elegir lo que tú quieras.

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Tim Elmore. Bueno, esa frase me encanta, ya lo sabes. Puede que esto suene muy elemental, pero creo que es donde comienza nuestro liderazgo como adultos. Susan Peters dijo una vez: «Los niños tiene más posibilidades de crecer si sus padres han crecido primero». Lo que eso quiere decir es que no esperes que maduren si tú eres una madre inmadura. Si te pasas todo el día en Facebook… Muchos niños de nuestro grupo nos dicen: «Nunca hablo con mi madre, se pasa el día en Facebook o en Instagram». ¿Cómo esperamos crirarlos bien si nosotros hacemos lo mismo por lo que les regañamos? Debemos asegurarnos de ser un modelo a seguir. ¿Puedo acabar con una historia?

35:52
Zuberoa Marcos. Claro.

Tim Elmore. Es una de mis historias favoritas relacionadas con este principio: «Hazlo tú antes de pedirles a ellos que lo hagan», viene de Mahatma Gandhi allá por los años 40. Él estaba en la India liderando aquella revolución pacífica, y una mujer fue a verle un día. La acompañaba una niña pequeña. Y le dijo: «Gandhi, mi hija come muchas chuches, come mucho azúcar. Dile que deje de comer tanto azúcar».

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Tim Elmore. Gandhi se quedó pensando y dijo: «No, vuelve en dos semanas». «¿Por qué? ¡Díselo ahora!». «No, vuelve en dos semanas». «De acuerdo», y se fue. Dos semanas después volvió con su hija y le dijo: «¿Se lo dirás ahora?». Y esta vez Gandhi se agachó, la miró a los ojos y le dijo: «Deja de comer tanto azúcar». Ella dijo: «Vale», y se fue. Entonces la madre dijo: «¿Por qué no se lo dijiste hace dos semanas?». Y, muy sabiamente, Gandhi le respondió: «Porque hace dos semanas yo había comido mucho azúcar».

36:51

Lo que quería decir era: «No quiero dar lecciones sin aplicarme yo el cuento». Creo que los profesores, los empresarios y los padres debemos aplicarnos el cuento. Si nos enfadamos con ellos, mirémonos antes al espejo y digamos: «¿Estoy siendo un buen ejemplo para ellos?».

37:08
Tim Elmore. Gracias, Tim. Muchas gracias.

Tim Elmore. Ha sido un placer.